Porque esta vida es como una rueda que gira y gira y uno de esos está abajo, después arriba. Con esta intro del fallecido Marciano Cantero, quiero desarrollar una idea de lo sucedido en la noche de ayer jueves en el Estadio La Granja.
Escrita por Vanny Tapia
La jornada de jueves tuvo varios matices y más allá del triunfo que consolida una idea de juego que se viene desarrollando, la tarea se sacó adelante con lo necesario, con lo que tiene que tener un equipo con aspiraciones de protagonista, que reconoce de buena manera el estudio del rival, que establece sus virtudes en el juego y, que también a su favor, está en ese ciclo que se puede definir como “salió todo”. Así, es el momento que está viviendo Curicó Unido, un equipo que resume sus aspiraciones a trabajo y más trabajo, idea definida de juego y revancha tanto para la institución como para sus jugadores, sobre todo para aquellos que vinieron de un paso en falso en equipos «grandes» y que hoy, ven esas viejas cartas, con sed de revancha y establecen las diferencias que tienen los ganadores.
Hay satisfacción en el camarín y en la gente, principalmente, porque existe una muralla que divide lo que fue el 2021 y lo que está ofreciendo el 2022; triunfos, ambiciones, ilusiones y celebraciones que nunca deben estar ausentes. Si revisamos lo hecho ayer por Curicó, se pueden establecer dos situaciones puntuales; primero, efectividad, el equipo se generó poco, pero lo suficiente para hacer daño y quedarse con el partido ante un rival que poseía el balón, pero sin impacto en área rival, que al final es lo necesario para sostener esa línea de juego. La segunda, tiene directa relación con la solidez, más que la fortuna, aquí vale hacer hincapié en la capacidad de mantener el arco en cero, independiente de lo que se generó Unión La Calera, las pocas ocasiones que tuvo la delantera cementera no fueron chances con clara libertad en el pórtico de Fabián Cerda, que es prenda de garantía, a pesar de algunos ripios que son visibles, donde el guardameta y su defensa cumplen y dan seguridad principalmente.
Lo de ayer, no fue sólo un resultado casual, es justo decir que fue el saldo de un trabajo prolongado en el tiempo, en aceptar las falencias, corregirlas, sacrificar el juego visto por lo efectivo y cobrar, porque ayer se cobró revancha de los sufrimientos que ha tocado colocar el pecho en partidos anteriores. Ahora la consolidación de un cupo internacional parece real, tangible y por sobre todo, emocionante.